Picos de apetito
Muchas veces me gusta compararos el apetito o el hambre de nuestros hijos con la energía. Como todos los padres y madres, ya nos hemos dado cuenta que nuestros hijos a veces hacen Sprint respecto a muchos aspectos de su desarrollo, de un día no andar nada. a los 3 días ya corren, de no hablar de repente no callan, o de estar estancados en peso o altura a de repente pegar un estirón o engordar un montón.
¡Vale, pues su cuerpo no puede hacerlo todo a la vez!
Cuando ves que, de esta en pleno auge de su desarrollo motor, no vas a querer que también este en el mismo punto en el lenguaje por ejemplo ¿no?
Pues con la alimentación pasa lo mismo, si esta desarrollando a toda velocidad por ejemplo sus habilidades motoras y no quiere parar quieto, es igual de normal que reduzca su cantidad de hambre como que la aumente.
Los niños comen la cantidad necesaria para cubrir sus necesidades de crecimiento y energía. Pero entre el primer año de edad y los 5 años es normal que pierdan un poco el apetito. No obstante, mientras tenga un buen nivel de energía y esté creciendo con normalidad, lo más probable es que la pérdida de apetito sea un proceso natural.
A mis estos picos de apetito me parecen super interesantes, además de que son el ejemplo claro de que los niños se autorregulan sin ningún tipo de problema y que si dejamos que la naturaleza humana haga su trabajo todo rueda mucho mas fácil.
¡Ojo! ya sabéis que en todo momento hablo de niños sanos, sin ningún tipo de patología ni problema que pueda hacernos pensar que estos picos de apetito tienen algo detrás más allá de lo puramente educacional. Por lo tanto, si ves que existen los siguientes síntomas deberías acudir al pediatra:
- Nuestro hijo no gana peso o está bajando, depende la edad este control no es el mismo.
- Tiene algunos síntomas asociados con enfermedad y tiene mal aspecto (por ejemplo, diarrea o fiebre).
Rechaza sistemáticamente algún alimento en concreto, puede ser síntoma de alergia o intolerancia.